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jueves, 7 de enero de 2016

La Casa de la Torre

LA CASA DE LA TORRE




En mi trabajo pasaba continuamente por el lugar, una hermosa campiña, verdes prados con pastizales y pequeños sembrados de maíz. En un lateral del hermoso conjunto, una entrada con una puerta de hierro daba el acceso a la casona, buena construcción, corredor preparado para tomar el sol y colgar el maíz en su época, en el lado derecho de la edificación, una preciosa torre cuadrada, de cuatro alturas, muy alta , demasiado alta, daba la impresión que tenía un cometido especial. Al lado de la torre una casa, estilo quintana, corredor seguido, con establo al lateral, como hay muchísimas en nuestra querida tierra Asturiana.
Explico cuál era mi trabajo, tenía en aquella época una pequeña tienda de electrodomésticos, en mi trabajo acompañaba a unos vendedores a domicilio, comisionistas, les hacía de chofer con la furgoneta, donde además de llevarlos a ellos, llevábamos un material para la venta, un televisor, antena y demás material para su instalación, pequeños aparatos domésticos. Venta que  era efectuada en el momento, les ayudaba a rematar la  operación, si la venta era de un televisor, hacia instalación de antena y puesta en marcha, en ventas aplazadas firmaba el contrato con el cliente. Trabajo de apoyo.
Esta casa de la torre me llamaba mucho la atención. Uno  de los vendedores me comentó que la familia de la casa de al lado de ella, estaba interesada en la compra de un televisor. Fui de visita, la familia estaba compuesta por tres personas, matrimonio y una hija de unos dieciocho años, el padre se llamaba Fructuoso, todos le conocían por fruto, la señora Adela y la muchacha Alejandrina. Con mucha dificultad y con la Ayuda de Alejandrina conseguimos vender nuestro Televisor Werner de 20”, buena operación, colocación de antena por mi parte y puesta en marcha del aparato, la visión de imagen perfecta. La casa de Fruto fue nuestro punto de encuentro por la buena acogida de la familia. Con la ayuda estimable de Adela, fuimos presentados a muchas personas del pueblo, donde efectuamos muchas ventas.
De esa  venta en la quintana, guardo gratos recuerdos, llegue a ser un buen amigo de Fructuoso. Charlamos largamente de muchas cosas, el parecido labriego, guardaba bajo su aspecto una gran inquietud cultural. Me contó que el dueño de la hacienda de la cual era casero, le había metido poco a poco en esa inquietud del saber, aprendió a leer y comprender lo escrito. Don Anselmo, ese era el nombre del dueño de la propiedad, su esposa Felicidad, su hijo único, era Dionisio. Solo venían los veranos, residían en Oviedo, él era capitán de barco, pasaba largas etapas de su vida navegando, trabajaba en la marina mercante, era copropietario de una naviera. Había mandado construir la casa grande en su juventud, su idea era pasarse  allí los últimos años de su vida. Doña felicidad, era su confidente, su amiga, su esposa todo para él. Se sentía la felicidad en esa lugar, solían pasar dos meses de verano en la casona, como era conocida la residencia por los vecinos.
La torre fue mandada construir con el fin de orientar, en tiempos malos a los navegantes, desde esa altura era visible el mar, en días aciegos de invierno, se encendía una fuerte luz que era visible a gran distancia, ayudando a los navegantes para saber su situación. Explicación que dio a una interpelación de un parroquiano, en la tienda bar existente en el pueblo, lugar de reunión de parroquianos en todas las épocas del año. D. Anselmo era muy respetado en las tertulias alrededor de un vino o algo que llevarse a la boca, siempre en el mismo lugar, por ser el único sitio donde se podía beber algo o comprar algún artículo de primera necesidad.
En aquellos tiempos, su casero era Celestino, conocido como Tino, vivía en la quintana con su esposa Soledad…. Sole como se la conocía y su hija Margarita. Tino era una verdadera calamidad, holgazán…pendenciero…bebedor, siempre con malos tratos a su esposa y a su hija, que eran las que trabajaban las fincas, ayudadas por algún vecino piadoso que les hacia las tareas más difíciles. Don Anselmo, por piedad hacia las dos mujeres no los había despedido de su casería.
En el cincuenta aniversario de D. Anselmo, hubo una gran fiesta en la finca, llegaron coches con amigos de la familia. El Señor se retiraba de momento un año, dejaría de navegar, su puesto seria ocupado por su hijo Dionisio, después de finalizar sus estudios y sus prácticas en la marina, siempre bajo la tutela de su padre.
Ese acto fue todo un acontecimiento en el pueblo, nunca se había tenido algo de tanto glamur. Vestidos casi todos los amigos con uniforme de marina….sus señoras con elegantes vestidos, en el pueblo algo semejante solo lo contaban  alguna asistenta de  señores que volvía de la capital. Los vecinos pasaron parte de la tarde cerca de la puerta de la finca, comentando, cambiando impresiones, pero sin perder nada de tan fausto acontecimiento. Nadie esperaba que los señores les mandasen entrar, ofreciéndoles en el porche de la casona un refrigerio y unas pastas.
Después de unos meses, D. Anselmo, con dolor de corazón tuvo que despedir  de la casería a Tino, todo se hizo con la máxima discreción, el casero cada vez era más indisciplinado y permanecía más tiempo borracho. El Señor, llamo al matrimonio comunicándoles su decisión, les daría una indemnización, algo sustanciosa, ni que decir que el casero se apresuró a coger el dinero, sin preocuparle lo más mínimo la situación en que quedaba su esposa y su hija.
Me contó Fructuoso, que así fue como el vino a la casa, haciéndose cargo de la quintana.  D. Anselmo, moviéndose por sus tierras, se fue acercando a él con sus preguntas, invitándole a la casona para ofrecerle una copa, escuchando pacientemente sus explicaciones, de cómo se desarrollaba su  trabajo en la parte agrícola y ganadera. De esa amistad vino su desarrollo intelectual. El Señor, con enorme paciencia, fue metiéndole en la lectura, perfeccionando todo su arco cultural. Por su forma de hablar sobre el dueño de la posesión, se notaba cariño y mucho respeto.
La tertulia que hoy con la televisión, vemos en nuestras casas, en los años anteriores se desarrollaba en el lavadero. No había televisión, solo  una radio en todo el pueblo D. Anselmo… era el poseedor de dicho aparato. En circunstancias muy especiales y ante la transmisión de algo transcendente, el corredor de la casona, donde se colocaba el aparato de radio, transmitía para todos los parroquianos que se acercaban al lugar, cortesía de la casa.
De mala forma y de peor deseo, Frasia que así la denominaban en el pueblo, mujer que prestó servicio en la casona, despedida por amiga de lo ajeno, hizo comentarios…lanzó rumores, sobre  cierto lio de faldas del Señor, con cierta señorita, cuya familia había prestado sus servicios en la quintana de la casona. No tardó en llegar este comentario a oídos de Tino, cuya hija visitaba la casona con frecuencia, todos daban por hecho que para letrearse y aprender con D. Anselmo…comentarios……borracheras de Tino y disponibilidad de él para cometer el atroz crimen. En un día del fatídico invierno, se oyeron voces destempladas, palabras mal sonantes, amenazas del borracho, D. Anselmo según testigos salió a reprimir a Tino, este en un abrir y cerrar de ojos, cogió una pala dentada y se la clavó en el vientre, D. Anselmo, vaciló y cayó en un enorme charco de sangre, el agresor entre insultos salió del corral, lanzando improperios de quien deshonra a mi hija no puede vivir.
El servicio y la familia, se lanzaron en ayuda sobre el cuerpo de la víctima. Trasladado al hospital de la Villa, solo se certificó su defunción
Las nubes negras se cernieron sobre el lugar. Un dolor latente en el ambiente se respiraba. La guardia civil detuvo al asesino. En el juicio quedó demostrada la inocencia de D. Anselmo, sabiendo todo el pueblo que todo había sido un bulo lanzado por la sirvienta despedida, agrandado por la imaginación popular; mentiras mal intencionadas.
El respeto a la familia de la casona fue total. La sirvienta despedida tuvo que abandonar el pueblo, Fruto tiene conocimiento de que está viviendo en Gijón. La familia de Tino, su esposa y su hija, hicieron llegar a la casona una carta, donde espesaban su consternación y su dolor. En ella se despedían de la familia a la que agradecían toda la ayuda prestada por la por el Señor y su familia a quien no merecía ningún reconocimiento, partían madre e hija, lejos del lugar, afín de poder vivir con algo de dignidad el resto de sus días.

Estado actual de la casa

De todas partes llegaron todo tipo de personas para el sepelio de un gran hombre. El pueblo hizo cuestaciones para levantar en el cementero un mausoleo, en palabras del señor cura, como desagravio a la maledicencia que tuvieron con rumores infundados.
Hay en la zona de la casona una leyenda. En días de fuerte temporal, en la torre abandonada la mayor parte del tiempo, aparece una luz intensa, como guía de los marinos en peligro. Todos los vecinos coinciden en que es cierto, todos están convencidos que D. Anselmo, como guía de los barcos, en esos días de gran peligro, vuelve de su destino para ayuda de navegantes. Eso no es de fe…….creer o no creer……yo solo digo lo oído a mi buen amigo  Fructuoso, que ahora  lleva la conservación de la casona y la quintana.
PD.Si alguien lee este relato, solo le pido que no se olvide nunca, que no se debe comentar nada no visto y aun así, mejor callar las habladurías y comentarios que pueden perjudicar a un tercero.
J. Ordoñez – Salinas 2.015.


El Abuelo

EL ABUELO

En el mes de Mayo, empecé la negociación con mi hijo y mi nuera para que nuestro nieto Ricardo, Richard
para ellos, pasase unos días en España con sus abuelos.
         Mi hijo Dionisio, finalizados sus estudios de ingeniería en Oviedo, le mandamos un verano a Estados Unidos de América, con el fin de perfeccionar su inglés. Años antes, lo mandábamos a Irlanda, creo que ya dominaba con perfección la lengua, pero ese verano, aconsejados por unos amigos, decidimos que cruzase el Océano para ir a Norteamérica.
  No solo paso el verano, si no que encontró trabajo quedándose a vivir allí. Nos  supuso un gran pesar, lo acatamos, los padres, cuando los hijos son mayores, solo  pueden  opinar, orientar, yo no tenía ningún acceso a mi hijo, nunca conectamos, ni en temas culturales, ni en forma de ver la vida. Me limite a pagar sus estudios, darle consejos y las mayores comodidades posibles.
         Hace unos años nos comunicó, que se iba a casar, esperando que nosotros fuésemos al evento. Ante la insistencia de su madre, preparamos el viaje a la ciudad donde residía, Houston, él se encargó del  alojamiento, en un hotel en la pequeña población que él vivía. Nos recibió como era costumbre en él, con su pasotismo acostumbrado, le acompañaba su novia, Sara, agradable de cara, esbelta, rubia  y de ojos azules, cordiales y distantes.
 Esa noche su madre, lloró en la habitación, se encontró desplazada, no sé cómo se extrañó del comportamiento de Dionisio, hay pocos milagros, no íbamos a ser nosotros la excepción, así  era nuestro hijo.
            A la semana siguiente, después del enlace regresamos a casa, los padres de Sara, aproximadamente de nuestra edad, tuvieron  con nosotros unos comportamientos irregulares, muy cordiales al saludo y distantes en el resto de nuestra estancia. Puede que seamos nosotros los raros. Nuestro hijo parecía encontrarse a las mil maravillas con la familia de su esposa. Fue para nosotros un alivio al regresar a casa, por fin solos, pudimos respirar a gusto.
             Hoy nos dirigimos al aeropuerto de Asturias, dentro de unos minutos, aterrizará el avión con nuestro nieto, lo conocemos por fotos, tiene diez años, nunca han venido sus padres a visitarnos, nos comunicamos por video conferencias, teléfono, cartas y paquetes.
             En la sala de espera, estamos nerviosos, ansiosos, dispuestos a que Ricardo tenga un feliz mes en Salinas, donde vivimos, haremos lo imposible para que el chico tenga una estancia feliz con nosotros.
 Entre todos los pasajeros, estaba Ricardo, acompañado por una azafata, llevaba una maleta y una mochila al hombro. Su abuela lo aplasto literalmente con su abrazo, el muchacho parecía mirarla con recelo, yo me acerque y le extendí  la mano, le acaricie suavemente, el chico pareció agradecerme la formalidad, después de todo solo nos conocíamos por video-conferencia.
 Su español era de corta calidad, pero nos entendíamos perfectamente. En el traslado, su abuela le hizo mil preguntas, sobre sus padres, su hermana pequeña, Ricardo contestaba con monosílabos……si…..no….vale…… A la llegada a casa, me hice  cargo de su maleta, le enseñamos su habitación, en ella habíamos colocado fotos de sus padres y hermana, le instalamos como nos pareció más apropiado. Nos dio las gracias y pidió quedarse solo un rato, enseñándole el baño, salimos de la estancia.
              Pasados unos días, el muchacho se volvió más abierto, sonreía con facilidad, hablaba y escuchaba con mucha atención. Un día, le invite a salir conmigo por la mañana, aceptó, su abuela le miró y le abrazó bien antes de salir a la calle, cuando empezamos a caminar solos, dirigiéndose a mí, me espetó….mujeres…… yo con una sonrisa de complicidad, le hice un guiño con el ojo
. La charla fue muy fluida y amena, nunca tuve tanta afinidad con mi hijo, el chico preguntaba y explicaba con mucha fluidez y precisión. Supe cómo iban sus estudios, como era su vida en América, le gustaba la literatura y la historia, muy afín a mí, en momentos me recordaba mi infancia. Íbamos paseando por las calles de nuestra villa, en un momento me preguntó por  una preciosa casa medio abandonada, con una pequeña torre que hacía de mirador. Le comente que en ese edificio, habían vivido un matrimonio con una hija, que habían sido asesinados, me insistió para que le informase detalladamente sobre todo ello.
 Una noche del mes de Julio, aproximadamente cinco años atrás. Los vecinos, al notar algo raro dieron aviso a la Guardia Civil. Estos entraron en la casa, la puerta estaba abierta, en la escalera, encontraron el cadáver del padre de la familia, había sido apuñalado. En una habitación del primer piso estaban los cadáveres de la madre y la hija en las mismas condiciones que el señor. Fue un  horrible asesinato que conmocionó a toda la población. En el informe policial, se hizo costar que por las huellas fueran tres personas las que cometieron tal felonía.
 El móvil fue el robo, probable que creyesen que no estaban en la vivienda la familia. El hecho se produjo  aproximadamente sobre las cuatro de la madrugada, el marido bajo al oír ruido, le atacaron en la escalera, luego entraron en la habitación, terminando con madre e hija. Desde ese día, la casa fue abandonada. Se comenta por el pueblo que de noche, se enciende una luz, dicen que son los espíritus de los difuntos que esperan su venganza
. Mi nieto quedó prendado de esta leyenda, cuando paseamos por el pueblo, siempre tenemos que pasar por delante del chalet, preguntándome más detalles, a los cuales yo no sé cómo responder. Algunos amigos míos, le decían que habían visto la luz alguna vez en  la noche, en días invernales y muy tormentosos.
                Aquel  invierno, eche de menos a mi nieto. Nos comunicamos por video-conferencia, el me insiste que hable con mi hijo, si saca buenas notas, quiere venir a Salinas, los meses de Julio y Agosto. Al fin parece que mi hijo y mi nuera, lo aprueban, dependiendo todo de sus notas en los exámenes.
                  En Salinas, se comenta el accidente que tuvieron tres chicos Rumanos, en la carretera de la Plata. Su coche salió disparado por las praderas que rodean la sinuosa vía, terminando sus ocupantes totalmente carbonizados. Habían estado robando en el edificio que está enfrente del chalet de la torre.. Al ser descubiertos emprendieron la fuga, en un coche que tenían aparcado en la acera de enfrente. Mi amigo Manolo, como no podía ser menos vio todo el espectáculo, fue uno de los que llamo a la Guardia Civil, según él, vio como una sombra que  salía de la casa de la Torre , se  introdujo en el coche en el cual partieron los ladrones, a toda velocidad, perseguidos de cerca por un jit de la Benemérita. Entraron en una carretera secundaria, donde suelen hacerse carreras de coches, por lo sinuosa y complicada que es. En una de las muchas curvas existentes, el coche salió despedido, cayendo por las praderas que la rodean, incendiándose, no pudiendo hacer nada por sus ocupantes. Una de las  personas que vio el accidente, jura que en ese momento, salió del vehículo accidentado  un rayo de luz blanca, que desapareció hacia el cielo , al mismo tiempo, una gran sombra negra se perdió hacia el barranco, oyéndose como lamentos. Hoy es la comedilla en todo el pueblo. Hace unos días, la prensa dio la información, según el atestado, los tres fallecidos, por el ADN, eran los mismos, que unos años antes habían cometido  los asesinatos en la casa de la torre.Inesplicablemente´según los técnicos que valoraron el accidente, el volante se bloqueó no permitiendo manejar el vehículo
              Al fin ha vuelto nuestro nieto. Me ha hecho infinidad de preguntas sobre el accidente. La luz blanca, según él, son los espíritus puras de los asesinados  en la casa de la torre, que marchan hacia la luz. Las sombras negras, los espíritus de los asesinos en su viaje hacia el averno.
               Hoy hemos pasado por la casa de la Torre, ha sido vendida y están reformándola, queda muy bonita. Según mi buen amigo Manolo, ahora no se enciende la luz en la torre al anochecer, casi me tienen convencido.
                 Mi esposa y yo, estamos pasando un hermoso verano con nuestro nieto. Ahora nos dice que  quiere, después de terminar sus estudios, vivir con nosotros en Salinas. Aunque no sea  verdad, nos ha hecho mucha ilusión, nos hace soñar. Grata noticia, viene toda la familia una semana, para volver con Ricardo a su vuelta.

                                             J. Ordóñez – Salinas 2013