COSAS
QUE SUCEDEN
A los pobres, hijos de pobres y
trabajadores. De la dictadura, a la cual mantuvimos, pasamos a la democracia a
la cual igualmente mantenemos. Sin que unos ni otros nos hagan mucho caso, sin
o con elecciones, suceden cosas como esta.
Mi buen amigo Falo, charlando con el un
día, sobre mi historial medico, con mis años, sobre sesenta y tres, le parecía
que podía jubilarme por enfermedad, para no seguir pagando a la Seguridad
Social. Teniendo el un yerno en autónomos, me llamo un día para que fuésemos a
un bello pueblo costero, donde su pariente político estaría con el, para que
nos informase sobre el asunto. Fuimos mi esposa y yo al lugar. Allí estaba mi
buen amigo, sonriente, nos dio un fuerte abrazo y nos presentó a su yerno. Mozo
a la ultima moda, cabeza rasurada, altivo, sonrisa desdeñosa, mirándonos por
encima del hombro. Nos instalamos en un café elegante, decorado con gusto y
esmero. Nosotros pedimos descafeinados y el señorito, un vino de la carta,
pagué yo, como era de esperar. Hoy día, todavía me duele la factura del vino de
reserva. Charlamos coloquialmente, viendo nosotros como el mismo Júpiter, descendía
del Olimpo, para hacernos preguntas. Al parecer, el mundo iba como iba, porque
personas como nosotros, votamos a quien no debemos.Me hizo preguntas respuestas
¿cuanto tiempo piensas vivir?. Al final de desdeñarnos, vapulearnos y tomar el
vino que le pagué. Entrando en asuntos políticos, el señorito me dijo, ¿Qué os
parece si yo no les pago la pensión?. Llegados a este extremo, con cortesía, mi
esposa y yo nos levantamos, saludamos cordialmente a Falo, dimos la vuelta y
nos marchamos. Aquel día comprendí, quienes se creían los nuevos amos.
Se había preparado un viaje con los coros de Centros dependientes de
IMSERSO. Todos con nuestras maletas, llenas de ilusión, llegamos a nuestro
destino. Fue un viaje acertado, saludable, con mucho compañerismo, todos
formamos un grupo compacto, éramos de la misma localidad sabemos que fuera de
nuestro ambiente, nos hermanamos más, algo natural en el ser humano. Todos no,
miento, dentro del grupo iban dos clases sociales muy definidas, los jubilados
por un lado y por el otro, el Señor director de uno de los coros y el encargado
de la excursión. Sus eminencias vivían una discreta soledad, por su gusto
claro. Los coros fueron invitados a cantar la Santa Misa en una colegiata. Les
acompañamos todos, fueron la delicia de la feligresía, cantaron estupendamente.
Al final del acto litúrgico, el superior de la congregación que regentaba la
Basílica, con la amabilidad acostumbrada, por su esmerada formación cultural y
religiosa, les dio las gracias, a todos los coros con su director, por su gentileza y por su buen hacer. Haciéndoles
entrega de una fotografía de la imagen de la Virgen del Santuario, en
agradecimiento, esperando que ella los iluminase y bendijese en su vida, un
cuadro esmeradamente hecho, enmarcado con gusto. Terminado el evento, salimos
en autobús, dirección al hotel. En el
trayecto el encargado de la excursión se dirigió a nosotros por la megafonía
del autocar, llamó nuestra atención, para decirnos, que el cuadro, donado
por la Orden del Santuario, por
su tema religioso, no seria expuesto en su centro, disponiendo su sorteo entre
todos los componentes de los coros, fue sorteado entre todos, no teniendo yo la
suerte de ser agraciado.
Lo que les cuento, amigos míos, es que
aquel día me enteré, que el centro, era propiedad del Señor, que iba al frente
de la excursión, me gustaría preguntarle cuanto pagó por su propiedad.
Amigos, no debemos permitir, que
cualquier personajillo, decida con nuestro dinero, de todos los españoles. Que
por cierto, es también lo que vive, desprecie nuestra autoridad moral. Señor
usted no tiene ningún Centro, el Centro es de todos, lo pagamos con nuestros
impuestos. Si alguien dona algo a los Centros, usted no tiene ni voz ni voto,
se exponga o no, nos pertenece a todos.
Cuando estos Señores, comprendan que
son solo un eslabón, y no la cadena conductora, empezaremos a comprender la
palabra democracia.
J. Ordóñez. Salinas 2012
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